jueves, 5 de mayo de 2011

Caer en picada


El Halcón Peregrino es un ave no muy grande, quizá del tamaño de un Aguila pequeña, de color oscuro y con el pecho blanquecino, que se distingue entre otras rapaces por su velocidad, que alcanza de manera normal los 100 km/hr.  Se alimenta de otras aves, y en pequeña proporción de insectos y pequeños mamíferos y reptiles, y su estilo de caza se basa en el factor sorpresa: Desde una posición superior y estática observa a la presa y la selecciona, acto seguido comienza un movimiento en picada, replegando alas y patas, y alcanzando la sorprendente velocidad de 300 km/hr, es prácticamente un Fórmula Uno surcando el cielo. A esa velocidad, las probabilidades de exito en la caza al impacto con la presa son muy altas, sin embargo el riesgo de descontrol, impacto no deseado, o descalabros por falla puede ser desastroso.
La mayoría de las personas tenemos objetivos que de una u otra manera perseguimos todos los días, objetivos pequeños y grandes, deseos y proyectos ambiciosos y complicados, o modestos y sencillos. Y todos, igual, nos dirigimos a nuestros objetivos; unos con la mirada otros con las palabras y uno que otro hasta con acciones. Pero sucede en muchas ocasiones también que el avance hacia nuestos objetivos es lento o muestra desidia de parte nuestra. Es, en resúmen, tibio. No nos preocupamos por avanzar rápido hacia lo que queremos, y en ocasiones, no nos preocupamos por avanzar siquiera. Ni un centímetro. Y esto, a mi humilde parecer, tiene un motivo. Mira: Cuando alguien sabe exactamente a dónde se dirige, todo mundo se abre para darle paso, pero si este mismo individuo No sabe a dónde va... pues... cualquier camino le lleva. Y nos encontramos muchos en esta segunda opción, ¿triste realidad verdad? Desafortunadamente se nos va la vida en ver lo que hay en ella, y pretendemos hacer nuestra propia manera de vivir cuando ya gastamos la mitad del tiempo que teníamos para hacerlo.
Por ello, te comento que considero importante que elijas tu manera de ser, de comportarte, tu propia identidad, una con la que te sientas bien y en la que No dependas de nadie ni de nada, y con la que seas honesto contigo mismo. Esto último es tremendamente importante porque estamos acostumbrados a no ser honestos con los demás y terminamos engañándonos a nosotros mismos, lo que aparte de contraproducente es patético, así se las gasta este amigo llamado cerebro. Una vez que hayas hecho esto, tus objetivos aparecerán por sí solos en el horizonte, vayas como vayas, como en la pantalla de un avión de guerra. ¿Te das cuenta que a esta altura ya tienes la sonrisa en los labios? bueno, mirate (así, sin acento, como los che´s) al espejo para que lo veas.
Entonces ve tras ellos. Como gustes, de forma sistemática, atropellada, ordenada o en tropel, pero no dejes de avanzar hacia la consecución de la vida que te ha gustado. Nunca es tarde para hacerlo y nunca es demasiado temprano para tomar la desición. Una vida alcanza para mucho y para muy poco al mismo tiempo. Alcanza los más sencillos primero, saborea tus victorias, y cuando te detengas por algo, descansa, y continúa despues por los demás. Y no descartes, no des por muerta la idea, no dejes de pensar en la posibilidad de... alguna vez, de alguna forma, tras de algo muy ambicioso, y cuando la oportunidad asome por el horizonte de tu avión de guerra, replegar tus alas y patas, echar hacia adelante el cuello para cortar resistencia y lanzarte en picada a 300 km/hr por tu sueño. El peligro del descalabro siempre estará allí. el riesgo es mucho también aunque lo hayas calculado, pero si no lo haces, jamás sabrás lo que hubiera sido.
Ten buena noche  y una excelente vida.

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