lunes, 6 de diciembre de 2010

El Grinch

Analizando fríamente: ¿No tuvo usted oportunidad todo un año para pintar su casa? ¿Por qué comprometer un aguinaldo que aun no ha recibido en pintura lucecitas y adornos? ¿No hay mejores épocas del año para hacer mejoras domésticas?

No soy el Grinch, ni si quiera su pariente lejano, pero cabrea ver que todo el mundo se aloca comprando y algunos hasta dizque reflexionan con motivo del fin de año. ¿Verdad? Otros bajan de peso para poder volver a subir en el puente Guadalupe- Reyes, otros más gastan en mangueritas de luces y esferas navideñas aunque el caño de la cocina siga tapado otros seis meses. Algunos más tradicionales sacrifican a sus aves de corral para agasajar a un montón de desconocidos que llegan a casa desde quien-sabe-donde y a quien-sabe-que. Yo mismo, verá usted, acabo de gastarme lo de unos buenos camarones en comprar una punta de pino que desde este momento ha empezado a secarse, y con la que no sabré qué diablos hacer cuando sea 2 de febrero. Pienso colocarle tantas esferitas como deudas tengo, y suficientes luces como para condenar el recibo de CFE a la desgracia los próximos dos meses.

Es un frenesí general, a todo el mundo le da por comprar arbolitos, plantas, pasteles, panecillos, pavos, cortes, quesos, pantallas de plasma, equipos de sonido, calzones rojos, amarillos o verdes y cuanta chuchería se oferte a 18 meses sin intereses, empezando a pagar dentro de 100 días o algo por el estilo. Nos invade un espíritu que ya no es ni Navideño, ni de Reyes ni de nada, es más bien como el estrés de fin de año. Todo un ejército de familiares prepara, eso sí, cada quien en su casa, comida como para un ejército, de suerte tal que entre todos acabamos probando de los platillos de todos hasta quedar ahítos.

Hay alguno que otro farsante (yo jamás he dicho que no lo sea: que conste desde ahora jeje) que se atreve a publicar sus reflexiones de fin de año como si eso le sirviera de algo a alguien. Con el mayor de los descaros nos proponemos para el año nuevo cosas que ni en sueños estamos dispuestos a cumplir y en las que estadísticamente hemos fallado de forma consuetudinaria. Que si seremos mejores hermanos, esposas, padres o hijos. Que adelgazaremos, ahorraremos, iremos a misa, haremos ejercicio, conseguiremos trabajo, nos meteremos a la escuela, dejaremos el chumo, la mota, la pasta, la piedra, el vidrio, el porro, el churro, el faso, la tacha, el acido, la merca, la nieve, la frula, la pala o el cartón, etc., etc, y todos los etcéteras habidos y por haber. ¡Falso! Nada de eso haremos, porque somos estadísticamente, probabilísticamente, descarada y descarnadamente majaretas y caraduras. Mentirosos irredentos y débiles con nuestros vicios.

Así que: la próxima vez que se la pase usted muy mal, acuda frente al espejo y señale con índice de fuego al culpable. Condénelo, si es Usted justo, a una eternidad de calvarios porque le aseguro que No pasará que algún día se vaya a componer. Eso amiguito, sucederá Jamás. Feliz Navidad.

1 comentario:

  1. Los universos chocan, dice la frase, cuando coincides con alguien que al mismo tiempo que tu tiene ... tus gustos algo extraños?... El Grinch, mi personaje favorito de la NAVIDAD.....(AMO EN VERDAD LA EPOCA NAVIDEÑA).....GRACIAS

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