Nada que, como si hubiera poco que hacer, el equipo de investigación de LHA se ha avocado a develar otro de los misterios de la humanidad: La diferencia entre un tomate y un jitomate. Ya que en efecto, dependiendo de donde se mencione, el tomate o jitomate es utilizado en la gastronomía de prácticamente todo el mundo, aportando su sabor y nutrientes a los estómagos de millones de personas. Sin embargo, pueden en algunos sitios existir foros de discusión acerca de la diferencia que existe (porque existe) entre un tomate y un jitomate. Mientras que en algunos sitios no existe diferencia alguna para las personas entre estos dos vocablos, en otros lugares defienden a capa y espada la existencia de dos plantas diferentes, cada una con su propio nombre. Esto es: en sitios como el centro de México, llaman jitomate al rojo, de tamaño y forma variada, y tomate al verde, de pequeñas proporciones y envuelto en una cáscara delgada y semi pegajosa. Mientras, en el norte y el sur del país llaman indistintamente tomate y Jitomate al de color rojo, y nombran de forma especial (tomatillo o tomate verde) al segundo. Hay países en donde el tomate verde de plano no se conoce, y al rojo le llaman Tomate, a secas y hay sitios como Groenlandia, por ejemplo, en donde preguntamos y se nos han quedado viendo como si estuviésemos locos. Dicen los puristas de la lengua dos cosas contradictorias: la primera en el sentido de que el vocablo jitomate tiene raíces prehispánicas, específicamente en la primera sílaba, y otra en el sentido de que el jitomate es sinónimo de tomate, y no presentado al revés. Lo que da como vocablo original al tomate. En cualquiera de los casos y de cualquiera de las formas, la respuesta es simple:
La diferencia más apreciable, innegable, e irrefutable entre el tomate y el jitomate es la “Ji”.
Opine Usted.
No hay comentarios:
Publicar un comentario