Bienvenido al Club de los Corazones Rotos,
o BHC, por sus siglas en inglés,
aunque en Inglaterra, hasta donde tengo sabido, ni lo conocen. Pase usted, siéntese,
se encuentra en casa. ¿Té o café? Tenemos refresco si gusta también. Hay tequila,
Ron, Brandy, Vodka o Whisky. Aquí no se juzga a nadie por beber, llorar o
maldecir. Lo único que no tenemos son drogas, están demasiado caras y se acaban
muy rápido, y nosotros vivimos de subvenciones y las subvenciones no dan para
eso. Los cigarros son solamente para quienes de por si ya traen mal aliento, lo
que muy probablemente explica el que sus parejas se hayan ido.
¿No quiere nada? Está bien, nada le
daremos. ¿Gusta sentarse? ¿Verdad que sí quiere una silla?, Ya ve, algo quería.
Así somos todos, amigo, queremos algo, pero nos da pena, somos demasiado
orgullosos, falsos, fatuos o simplemente tontos como para pedirlo. No se
ofenda, lo de tonto lo dije en forma menos ofensiva que se pueda interpretar,
es que… ¿Sabe usted? Todos somos un poco tontos todos los días. El secreto,
como en todo, está en no excederse. Y habemos quienes nos excedemos casi casi
como por deporte en eso de ser tontos.
¿Está usted triste? No se preocupe, la
tristeza actualmente es de los sentimientos más comunes del ser humano. La
desesperanza cunde entre las poblaciones como si la regalaran. Pero le diré un
pequeño secreto: la desesperanza viene también de la inacción. Se lo resumiré
de un modo más entendible y atendiendo a solo una de sus vertientes, lo aclaro
para que no piense Usted que yo soy limitado: la inacción puede conducir a la
desesperanza y esta a su vez a la tristeza. Pero no me desviaré de la charla,
si se siente usted lo suficientemente triste como para llorar puede hacerlo, en
silencio o gritando, como guste; si no se siente lo suficientemente triste como
para hacerlo permítame llevar mi silla para allá y sentarme junto a Usted el
rato que decida estar triste. O las horas, o el día o días que decida estarlo,
igual y mientras le platico algunas cosas para entretenernos, eso de la
tristeza es un asunto serio porque llega cuando uno no la necesita y no se va hasta
que ella quiere. Hay que convivir con ella, pues. El problema es que nadie
quiere convivir con ella. ¿Se imagina Usted lo que sería el mundo si nadie
quisiera convivir con Usted? Se haría usted huraño, quizá empezaría Usted a
odiar a los demás y los demás
terminarían odiándole también. Así pasa con la tristeza y con tantos otros
sentimientos indeseables. Terminamos odiándolos y ellos terminan odiándonos a
nosotros. De modo tal que no queremos vivir con ellos y ellos se empeñan en hacernos
también la vida imposible: no hemos aprendido a coexistir en el mismo espacio.
Pero aquí entendemos y respetamos eso, así que usted, la tristeza y yo,
tomaremos tres sillas y nos sentaremos a hacer lo que Usted quiera, incluso a
mirarnos entre nosotros solamente.
¿Siente rabia? Eso es normal. Cuando el
camión recolector de la basura deja de pasar un día frente a nuestro Club
también nos da rabia a nosotros, porque tendríamos que soportar el hedor de la
basura acumulada frente a nuestra puerta. Pero cuando eso pasa decidimos tomar
acción. Volvemos a guardar la basura para que no se encuentre a merced de los
perros callejeros ni de las inclemencias del tiempo, hasta el día siguiente,
que entonces sí pasa, y entonces el rabioso es Él, de nuestros reclamos. Es
normal sentir rabia contra alguien que decide dejar la basura frente a nuestra
morada, pero quedarse con esa rabia es Mortal, quedarse con esa Basura también.
Hay que sacarla de alguna forma: la Rabia o la Basura. Bueno, pero eso es en
cuanto a nosotros y las nimiedades del camión recolector. ¿Usted que piensa
hacer con su rabia? ¿Quiere golpear a alguien? Que casualidad, tenemos en la
habitación contigua un improvisado ring y unos guantes y… ¿Qué cree? Hay como 3
o 4 rabiosos allí también, así que las cosas estarán parejas. ¿Quiere usted romper
cosas? Eso sí no está permitido hacer, al menos no con nuestras cosas.
Recuerde: vivimos de subvenciones. Si quiere romper algo traiga sus propias
cosas aquí le daremos espacio tiempo y tranquilidad para romper lo que quiera y
sea enteramente suyo. Aunque..debo advertirle: generalmente lo que se rompe hoy
se necesita mañana. Eso aplica para todo, ¿me entiende? Para Todo. Hasta para
las personas.
¿Siente que no le comprenden? Explíquese
con claridad, eso solucionará ese pequeño problema. Sépase usted que el 90% de
los problemas que no se solucionan tienen su origen en el planteamiento mismo. Si
no sabe pedir, jamás le darán lo que Usted quiere. Le darán lo que quieran, o
lo que les sobre, o lo que sea, menos lo que Usted quiere o necesita. Y eso
frustra, por supuesto que frustra. La frustración viene por añadidura, viene
aunque Usted no lo quiera. Pero piense bien: ¿Con quien se frustrará? ¿Con
quién no supo pedir o con quien no supo que le pedían? Ahora bien, las cosas tienen
remedio o no lo tienen, simple y llano. Así que por favor, si se ha decidido a
hablar y pedir, pida cosas congruentes. En este Club podemos acompañarle,
ayudarle a romper platos, o boxear con usted hasta sangrar, pero no podemos
regresarle el ser amado ni revivir a nadie. Así, cuando pida Usted, sea
congruente, sea realista, objetivo, y de ser posible gráfico.
¿Se ha cansado Usted de mi? Diablos,
apenas empezábamos. ¿No tenía entonces el corazón roto? Bueno… tampoco podemos
retenerle contra su voluntad. Si gusta Usted irse vaya con Dios.
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